Si nos detenemos un poco y miramos la transformación que el mundo  ha sufrido, encontramos grandes cambios y descubrimientos en avances de las ciencias y tecnologías. Y de esta misma manera la política, la sociología, la psicología, la antropología y otras ciencias sociales han adquirido nuevas ideas y conocimientos  para combatir situaciones que ponen en riesgo la sobrevivencia de la humanidad. Surgen nuevas  ideologías políticas que intentan nivelar las desigualdades sociales que sufre nuestro planeta.

Infelizmente, la política y los políticos de nuestro país no se han renovado acorde a las exigencias de los nuevos desafíos. Sin embargo adquirieron nuevas astucias para seguir en el poder y potenciar sus beneficios personales. Han ido reforzando hasta el punto de utilizar  el dinero del Estado para comprar votos y seguir manipulando a un pueblo golpeado por la pobreza y desigualdad social.

La mala administración de los recursos económicos del país repercute  en todos los estratos sociales pero en mayor medida en los más pobres. Los jóvenes de escasos recursos económicos al cumplir la mayoría de edad no tienen otra alternativa más que emigrar a otro país en busca de mejor calidad de vida para ellos  y sus familias. Y aunque haya trabajo en Paraguay, el salario mínimo es una miseria que no da esperanza de un futuro mejor.

Si queremos cambiar el rumbo del Paraguay, no podemos dejar de pensar en la capacidad de los jóvenes idóneos, intelectos y con perfiles más preparados para los nuevos desafíos.

Una opción

En todos los partidos políticos están incluidos, jóvenes candidatos con perfiles altamente calificados que competirán  para el próximo periodo, ya sea para la Cámara de Diputados, Cámara de Senadores, Junta Departamental y otros. Lo malo es que la mayoría ocupan  las últimas listas.

Y a pesar de que nos dicen que somos  un país democrático, existen muchas falacias  que no tienen nada que ver con la democracia.

Una de ellas son las Listas Sábana, en esta era todavía se nos imponen  candidatos y en muchas ocasiones lo elegimos sin quererlo. Si se lograra el desbloqueo total de las Listas Sábana, se encaminaría mejor el rumbo de la democracia, y pues por ende, las oportunidades para los jóvenes se multiplicarían.

Una solución

Estar tantos años en el poder sin intentar hacer algo bueno por el país y su gente, se ha convertido en una mala costumbre. Mala costumbre de seguir robando el dinero del pueblo, mala costumbre de apoderarse de algo que no es suyo, mala costumbre de seguir mintiendo con las mismas estrategias de siempre, mala costumbre de seguir siendo el señor  y dueño  de la potestad, mala costumbre de incluir a familiares y compadres en  cargos públicos, y otras tantas malas costumbres que desgraciadamente seguimos viendo a lo largo de los años.

Quienes conocemos la historia de nuestro Paraguay, hoy día estamos exhaustos de observar tantas barbaries de los gobernantes. Anhelamos una era como el de Don Carlos Antonio López. Un verdadero Presidente con un legado extraordinario.

¿Qué hay de nuevo, viejos? Probablemente la respuesta sea, las mismas falacias de siempre, las interminables promesas que se resumirán en un olvido al pueblo y un progreso personal para ellos.

Es evidente y necesario que la política paraguaya tiene que cambiar con el correr de los años. Precisamos evolucionar hacia un destino más igualitario, decente y verdaderamente democrático.

La perspectiva más alentadora que tenemos, está puesta en la juventud del nuevo milenio. Jóvenes que logren la unidad de los paraguayos y paraguayas, que excluyan definitivamente los colores tradicionales de los Partidos Políticos y que trabajen en armonía en pos de una nación más libre y soberana.